sábado, 31 de enero de 2009

Gordo o el amor incondicional


Gordo era un perro abandonado, con leishmania, mucha tristeza y soledad a cuestas y encontró a Kuroneko, que en otra vida fué gato, fijo. Lo acogió hasta que encontrara un hogar, pero Gordo entro en su vida y con todo ese amor que tenía se ancló en casa de Kuro y en su alma.
La leishmania pudo con su riñon pero los 4 años que Gordo vivió con Kuroneko fué FELIZ.
Se le respetó, cuidó, se le amo hasta el fin y mas allá.
Puede que alguien se pregunte si valió la pena.
Gordo descubrió que hay humanos maravillosos, que como los perros y gatos dan TODO.
Kuro descubrio a un hermano, un amigo que estaba en este mundo para encontrarle, amarle y enseñarle.
Si, vale la pena :-)

4 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias cielo, ansío que algún día, me vuelva a encontrar con el, porque le llevo muy cerca, cerca de mi corazón

Laura dijo...

El te encontró, por supuesto que le encontrarás :-)

Luna dijo...

No vivio en mi casa, pero tambien me enseño a perder el miedo a los de su especie. Tanto cariño y alegria, contagiaban a cualquiera que se le acercase, ojala hubiese en el mundo mas seres humanos con las caracteristicas de "GORDO"
Claro que merecio la pena ese tiempo que le tubimos a nuestro lado.

Laura dijo...

yo no lo conocí.... o puede que si :-)
Gordo es el reflejo de la naturaleza en su estado mas hermoso y puro, de todos los animales que buscan amor y respeto, Gordo es la Madre Tierra, el viento, el agua del río y del mar, un amanecer, una risa..
:-)