Gordo era un perro abandonado, con leishmania, mucha tristeza y soledad a cuestas y encontró a Kuroneko, que en otra vida fué gato, fijo. Lo acogió hasta que encontrara un hogar, pero Gordo entro en su vida y con todo ese amor que tenía se ancló en casa de Kuro y en su alma.
La leishmania pudo con su riñon pero los 4 años que Gordo vivió con Kuroneko fué FELIZ.
Se le respetó, cuidó, se le amo hasta el fin y mas allá.
Puede que alguien se pregunte si valió la pena.
Gordo descubrió que hay humanos maravillosos, que como los perros y gatos dan TODO.
Kuro descubrio a un hermano, un amigo que estaba en este mundo para encontrarle, amarle y enseñarle.
Si, vale la pena :-)
Manifestación Tauromaquia Es Violencia
Hace 7 años